El estadio de la discordia

Por Ángel Andrés Torres Hernández

La política tiene tantas aristas como acepciones, por esa razón, adquiere una categoría profesional a través de la ciencia política, disciplina que nos brinda un espacio conceptual de las relaciones de poder, no obstante, el ejercicio práctico es mucho más complejo, como el beisbol. En ese sentido, es muy difícil, por no decir casi imposible, que un mandatario otorgue reconocimiento manifiesto sobre los aciertos de quienes lo precedieron, todo lo contrario, regularmente quien está en el poder presume su cosecha despotricando de quienes sembraron.

Así pues, en el anuncio sobre la inauguración del estadio de béisbol “20 de Enero” de Sincelejo, el primer mandatario subió al montículo posando de inicialista siendo un pitcher relevo, manifestando encontrar un escenario “siniestrado o en riesgo de siniestro”, falsedad monumental como el diámetro del mismísimo campo. Anótenle Hit By Pitch.

La política desde cierto enfoque es un ámbito de pluralidad, de consenso, la búsqueda del bien común; desde otro paradigma la política es conflicto, la confrontación de rivales como en un partido de beisbol; esta última perspectiva construye la argumentación para justificar el populismo, llegar al poder y mantenerse. La discordia es lo que menos necesita la ciudad ahora que estamos ansiosos de recuperar la alegría del beisbol, un doble play 4 6 3, un Triple, disfrutar las maravillas del “Rey de los Deportes”.

Excelente que Sincelejo viva la magia del juego de la pelota caliente en su nuevo escenario, el deporte tiene la capacidad de paralizar las más grandes confrontaciones en torno a sus emociones. Celebrar es lo importante, bueno que el actual gobernante terminara la ejecución del estadio, los demás miembros del lineup no piden reconocimientos, cada uno conoce su average, sin embargo, recurrir a impertinencias es quedar fuera de base.

 A veces la demagogia gana partidos, en otras ocasiones, cuando el mejor de los bateadores pretende conectar un hit, queda out con un bombito a primera base, así de impredecible es este deporte, como en la política. Por eso, es más loable tocar la bola con la humildad de sacrificarse para colocar a un jugador en posición anotadora, que posar de hazañoso sin haber colocado un solo peso para terminar el Estadio, presumiendo un juego perfecto o la un grand slam que nunca fue.

A los fanáticos del beisbol los invito al nuevo estadio a disfrutar del más hermoso espectáculo deportivo, cuidemos el diamante con orgullo y apoyemos a nuestro equipo Toros de Sincelejo en esta temporada.

¡ Play Ball !.

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2 thoughts on “El estadio de la discordia

  1. ese estadio fue gestionado por el alcalde saliente el dr andres gomez q el actual alcalde lo esta terminando y como mandatario le corresponde la entrega es la realidad

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