El policía Flower Castillo Ávila, oriundo de Cartagena, falleció dentro de una estación de Policía en Soacha, Cundinamarca, el pasado 11 de junio. Según los reportes, recibió un impacto de bala en la cabeza, aparentemente con su arma de dotación, pero su familia duda de que se haya tratado de un suicidio.
Castillo, quien tenía 18 años de servicio, había trabajado en Bogotá, San Juan (Bolívar) y Sincelejo antes de ser trasladado a Soacha en enero. Su hermana y otros familiares aseguran que no mostraba signos de depresión y que estaba emocionado por viajar pronto a ver a su esposa e hijos. Sin embargo, también había mencionado que sufría discriminación por su color de piel y origen costeño en la estación donde trabajaba.
La familia exige una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos, incluyendo pruebas de balística y acceso a registros fotográficos. También han denunciado la falta de apoyo por parte de la Policía Nacional y la ausencia de información sobre el traslado del cuerpo
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